Joe Dallesandro es el único e indiscutible referente erótico masculino underground del siglo veinte.
Descubierto por Andy Warhol y Paul Morrissey a finales de los setenta, Dallesandro se convirtió inmediatamente en el protegido de ambos, participando en todos los proyectos que se rodaron en la Factory.
Con un turbio pasado de chapero y actor porno gay, se interpretaría a sí mismo en la famosa trilogía dirigida por Morrissey y producida por Warhol: «Flesh», «Trash» y «Heat».
Es por su participación en dichas películas cuando se convierte en un icono sexual tanto para hombres como para mujeres.
Sin ningún tipo de reparo a desnudarse frente a una cámara (en «Flesh» aparece totalmente desnudo más de la mitad de la película), Dallesandro rompió el tabú del desnudo masculino en el cine. Incluso se podría decir que actuaba mejor sin ropa que vestido.
Si sumamos su gran atractivo físico junto con su abierta bisexualidad entenderemos por qué Warhol no paró hasta convertirlo en una super estrella del cine que producía.
En la citada trilogía que le lanzó a la fama, Dallesandro no necesitaba interpretar ningún papel. Al contrario, se podría decir que Morrissey colocaba una cámara oculta y él se manejaba como en la vida real. Rodeado de travestis, yonkis, fulanas y chaperos de la peor calaña, se limitaba a revivir su pasado de la manera más sencilla. Siendo él mismo.
En el año 1973, Paul Morrissey rueda «Carne para Frankenstein» y un año más tarde «Sangre para Drácula». En esta ocasión Dallesandro le cede el testigo de protagonista al actor Udo Kier, mucho más formado y versátil.
Ambas películas fueron rodadas en Europa y Joe decide no volver a los Estados Unidos, participando en numerosas películas de serie B y trabajando a las órdenes de directores de renombre como Louis Malle o Jacques Rivette, entre otros.
Años después regresa a Estados Unidos y continúa trabajando en el cine, esta vez con directores tan importantes y dispares como John Waters, Francis Ford Coppola y Steven Soderbergh.
Su imagen y su nombre como reclamo publicitario o simplemente como homenaje apenas tiene límites. Grupos musicales como Rolling Stones o The Smiths han utilizado su imagen en portadas de sus discos.
Cantantes de la talla de Lou Reed lo han incluido en sus letras. En este caso en concreto en la canción Walk on the wild side, donde Lou Reed se refiere a Dallesandro como Little Joe. Esto explica el tatuaje que luce en su hombro derecho.
Hoy en día, a sus sesenta años y más de cuarenta películas en su haber, Joe Dallesandro continúa siendo ese icono de la subcultura más brillante y creativa. Una leyenda viva que en ningún momento ha renegado de su pasado, demostrando ser un artista brillante, único y auténtico.